Nico Echavarría vuelve a situar a Colombia en el mapa golfístico
- P Pastrana
- 29 oct 2024
- 3 Min. de lectura
Su victoria en el Zozo le convierte en el golfista más importante de un país emergente en la elite mundial

A los hombros de Nicolas Echavarría, un golfista de 30 años con más talento de lo que los números dicen -de ahí sus dos victorias en el PGA Tour, la última de gran prestigio en el Zozo-, Colombia vuelve con brío a los titulares. El deporte que ha tenido como estrella en el país a Camilo Villegas, por encima de todos, aunque también a Sebastián Muñoz, dos ganadores en el gran circuito, celebra ahora la consolidación de Echavarría, solventados los problemas que había arrastrado con el putter.
Irónicamente, Echavarría ha ido a encumbrarse en Japón, el país que le provocó momentos complicados la primera vez que lo conoció. "Mi primer viaje allí con mis amigos (en 2014 en Karuizawa para el Mundial amateur) fue estresante. Perdidos en una ciudad desconocida, sin conocer el idioma...", contó a la revista del Club Campestre de Colombia, donde se inició en el juego a la edad de dos años y donde conoció pronto a Villegas, un confidente y un consejero muchas veces.

Ambos compartieron el mismo entrenador, Rogelio González, la mayor institución en el pasado de un deporte que ahora cuenta con 25.000 jugadores. Ganó 127 torneos y jugó el PGA Tour, circuito del que fue despedido por haber entregado una tarjeta errónea después de una evaluación algo confusa. Los responsables consideraron que había falseado a propósito el resultado de la segunda ronda en el Greater New Orleans Open de 1972.

Echavarría había nacido en el Medellín de la peor época, en 1994, el menor de tres hermanos a los que su padre y su abuelo Jorge Enrique enseñaron a jugar al golf a él y a sus hermanos, especialmente a Andrés, que también estuvo en el golf de alto nivel en el PGA Latinoamérica. Con Emilio, su padre, presidente de Valores Bancolombia, ganó en 2010 el torneo al que más cariño tiene, el Farallones con ese tono familiar calcando los pasos que Andrés y Miguel, los mayores de la saga, habían logrado previamente.
Por aquel entonces, Nico, de 15, ya era campeón sudamericano cadete, había conquistado varios torneos nacionales en categorías inferiores y tenía en mente que sería profesional. Cuando se le interroga por esa circunstancia, el colombiano lo reconoce con firmeza. "Fue el 8 de septiembre de 2008", contó a la revista Abierto de Golf. "Camilo Villegas ganó el BMW, su primer torneo del PGA Tour, y a mi se me puso la piel de gallina. Recuerdo que me dije: si él que es mi ídolo lo ha logrado, yo si trabajo fuerte también podré". Luego vino la experiencia en la Universidad de Arkansas, el salto al profesionalismo en 2017 y el paso por el PGA Tour Latinoamérica (dos victorias) el Korn Ferry Tour hasta llegar al gran circuito.

El campeón del Zozo ahora disfrutará de la experiencia de jugar por primera vez el Masters de Augusta, el cuarto grande de su carrera. La próxima semana entrará en el top 100 mundial (es el 102), en la primera hoja del ránking. Donde nunca ha estado y donde debería permanecer unos cuantos años...
Se vio tan dichoso que hasta se permitió bromear cuando le recordaron que había superado el tanteo que logró Tiger Woods en 2019, en su última victoria hasta el momento. "Es un honor ganar un torneo que ha ganado Tiger. Es mi segunda victoria. Ya sólo me faltan 80 para igualarlo. Estoy en el camino", dijo para sonrisas de los periodistas, mientras sus padres se iban a acostar después de haber celebrado una de las noches más inolvidables de sus vidas.
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